el populismo en América Latina

Resumido de: https://nuso.org/articulo/el-populismo-latinoamericano-entre-la-democratizacion-y-el-autoritarismo/

El populismo clásico:

El populismo clásico, según Gino Germani, fue una forma de dominación autoritaria que incorporó a los excluidos de la política durante la transición de sociedades tradicionales a la modernidad, como ejemplificado por el liderazgo de Juan Domingo Perón en Argentina. La teoría de la dependencia, por otro lado, lo considera una fase democratizadora en la historia latinoamericana, asociada a políticas de sustitución de importaciones y movimientos multiclasistas. Aunque tuvo rasgos autoritarios y demagógicos, su legado incluye políticas redistributivas, intervención estatal y promoción de la participación popular, aunque con un enfoque estético más que institucional. El populismo dividió la sociedad en campos antagónicos, presentando al pueblo como virtuoso y justo frente a una oligarquía corrupta y extranjera, convirtiendo la política en un enfrentamiento moral y religioso sin posibilidad de compromiso.

Neopopulismo

Los académicos han diversificado las interpretaciones del populismo, separándolo de las estructuras de clase y políticas económicas distributivas. Se define como una estrategia política personalista para obtener apoyo directo sin mediación institucional. El neopopulismo, visto como más compatible con la democracia liberal, se ejemplifica en el cambio del discurso durante ciertos gobiernos, como el caso del presidente Menem en Argentina. Sin embargo, su ejercicio autoritario indica que no siempre lo es. Populismos exitosos pueden desembocar en regímenes autoritarios competitivos, como ocurrió con Alberto Fujimori en Perú, quien desafió las reglas democráticas en busca de una "democracia más eficiente".

Populismo radicas

Los líderes como Chávez, Morales y Correa se asemejan a los neopopulistas al desafiar la partidocracia, pero difieren al adoptar políticas económicas nacionalistas y redistributivas propias del populismo clásico. Se autodefinin como portadores de misiones míticas, como la Revolución Bolivariana o la Revolución Ciudadana. Sus políticas democráticas son vistas como alternativas al neoliberalismo por algunos académicos, pero otros los consideran autoritarios, ya que concentran poder en el Ejecutivo y restringen la libertad de oposición y medios. Mientras algunos sostienen que han innovado la democracia, otros argumentan que son regímenes híbridos que erosionan las bases democráticas.

El populismo y el pueblo

El populismo enmarca la política como una lucha entre el pueblo y las élites, con el líder populista como encarnación de la voluntad popular. Sin embargo, esta representación del pueblo es una construcción discursiva y puede llevar a visiones autoritarias al homogeneizarlo. Los populistas desafían las reglas institucionales y buscan concentrar el poder, promoviendo una imagen mítica del pueblo como redentor. Aunque algunos movimientos populistas buscan la inclusión y la participación de los excluidos, también pueden cerrar el espacio democrático al apropiarse de la voluntad popular y limitar la pluralidad social. El populismo, entonces, oscila entre democratizar al politizar las desigualdades y representar formas autoritarias al negar la diversidad y los procedimientos democráticos.

Conclusiones

 

El trabajo analiza el populismo como ambivalente para la democracia, no inherentemente peligroso pero tampoco redentor. Mudde y Rovira Kaltwasser lo ven como antiliberal pero no siempre antidemocrático, mientras que la noción de semiencarnación de Lefort permite entender sus ambigüedades. Los populistas buscan incluir a los excluidos pero pueden limitar los derechos de la oposición. Las tensiones entre mayor inclusión y el riesgo de apropiación de la voluntad popular se manifiestan en cada caso. Algunos líderes combinan la apropiación populista con la tecnocrática, y aunque promueven la participación, pueden negar la pluralidad social. El populismo oscila entre regenerar la democracia y negar la diversidad social, moviéndose entre la inclusión y la politización de las exclusiones.